Tengo Una Estrella En El Cielo Que Me Cuida

Asimismo decirte que en este tiempo la familia ha crecido, y ahora tienes 2 bisnietos que son mellizos, Carlos y Miguel, y en poquitos días va a llegar el tercero, que se va a llamar Izan. ¡Esperemos estuvieses aquí para poder conocerlos y pasar buenas tardes al lado de ellos! Podríamos haber jugado y reído como siempre he hecho con la abuelita.

En la casa de mi cariño ponen nido en el portal, que las golondrinas vienen y las golondrinas van. Jamás he conocido si disfrutas esa candela que prendemos de año en año el día de tu cumpleaños, para tenerte y sentirte mucho más cerca todavía de lo que estás, pero estoy segura de que sí. Y bueno, sé que todo esto solo son letras que nunca podré decirte, pero sé que desde algún lugar me estarás oyendo y deseo que sepas lo bastante que te quiero, y ¿sabes? Me encantaría poder decirte todos los te deseo que jamás te dije. No hay mejores historias que las que contabas tú, en el momento en que me sentaba en tu regazo.

Mi Abuela, La Más Bonita Estrella En El Cielo

Te escribo esta carta para que allí donde estés consigas recibirla y leerla, quisiera que estés bien. Me encantaría acordarme de cuando yo era pequeño, que siempre que se encontraba triste o enfadado tú me calmabas. Yo deseaba dedicar esta carta a mi abuelo Alejandro que murió hace cuatro años. Miriam, allá donde estés deseo que sepas que te quiero muchísimo y que la muerte se llevó todo lo que no fue, pero nosotras nos quedamos con lo que tuvimos. Desde pequeña estuvimos conectados por un vínculo particular y me gustaría proseguir teniéndolo hasta el día de su marcha. Tu fuerza y tu valentía te sirven para continuar cuidándonos día a día a la vez que nos das grandes enseñanzas de vida.

Sin ti nada es lo mismo, toda la familia te echa muchísimo de menos, desde el momento en el que desapareciste nada es igual. Frecuentemente al pensar en tu ausencia lloro, pero ese llanto no es siempre y en todo momento de tristeza, en otras ocasiones es de emoción, y te preguntarás ¿por qué razón? Ya que esa emoción es por lo orgullosa que me siento de haber tenido la posibilidad de estar junto a ti, de pasar parte de mi vida a tu lado y haber aprendido miles de cosas.

Prosigo teniendo exactamente los mismos sueños y prosigo aspirando a ser lo mismo que quería ser de pequeña, pero, con mucho más ganas de crecer. ¿Recuerdas cuándo me decías que te encantaría verme tocando el violín? ¿O cuándo dijiste que deseabas ser quien cogiese mi ramo de flores cuando me casase?

Cartas Al Cielo

Tenía 3 años en el momento en que le diagnosticaron una enfermedad. Nunca se me olvidará el instante en el que vi volver a mi madre del hospital y ver de qué manera lloraba día tras día sin comprender el porqué. Ella me afirmaba que mi abuela se había ido de vacaciones a un ubicación súper particular y que tardaría varios años en regresar. Cuando cumplí los 5 años, proseguía preguntándome cuándo volvería y qué recuerdo me iba a traer de allí.

Mis padres me cuentan que a los pocos meses de fallecer, en las comidas familiares, solía ponerme la peluca de mi abuela y preguntar a mis tíos “¿A que no sabéis quién soy? Antes que nada tengo que contarte que me siento muy afortunado de haberte conocido. Hace ya unos tres años que no andas entre nosotros, pero yo todavía te prosigo echando de menos. Me da un poco de pena meditar que ya no lograras ayudar mucho más a todos esos acontecimientos familiares, donde nos reuníamos y pasábamos tiempo juntos.

¿Por Qué Razón Hay Estrellas En El Cielo?

Lo que no se habla parece no existe, y aparecieron nuestros bebés y existimos nosotros, somos mamás y papás aunque tengamos los brazos vacíos. Y si alguien que está perdido llega hasta aquí y se siente acompañado, sabré que he sido capaz de transformar todo el dolor en algo útil, y eso asimismo me reconforta a mí. Hace un tiempo que tenía le preciosa necesidad de comunicar con el planeta, con la vida, que te extraño, cada días un poco más y cada momento más fuerte.

¿Por Qué Hay Estrellas En El Cielo? El Libro De Los Oficios Curiosos

Frecuentemente cuando estoy con la abuela y me cuenta cosas que hacíamos tú y yo me da lástima, porque no me acuerdo y eso me da íra porque semeja que me haya olvidado de ti y no es cierto. Abuelo, siempre te voy a rememorar, aunque no te conozca, te echo mucho de menos; Un abrazo realmente fuerte, te desea bastante tu nieta Paula. En 2006, que fue el año que nací yo, le dio el segundo ictus, que fue de los mucho más fuertes, y ya el tercer ictus fue el 13 de diciembre2010 ictus. Se cayó y se le hizo un coágulo de sangre en la cabeza, se lo llevaron el primero de los días y todo bien, pero el segundo ahora entro en coma y estuvo así hasta el día que falleció. En ocasiones, me gusta ver los álbumes de fotos de tu niñez y juventud. En los míos apareces poquísimo, en verdad, solamente contamos fotografías de los dos pues eras tú quien siempre y en todo momento se encontraba detrás de la cámara.

Por el hecho de que jamás, nunca voy a dejar de ver hacia arriba, hacia las estrellas y el cielo. Descansa en paz, yo proseguiré mi vida sabiendo que estás conmigo. Gracias abuela por tu amor, por la fuerza que siempre tuviste al no dejar nunca de batallar por mí, gracias por todo. Y perdóname por dejarte ir sin despedirme de ti, llegué muy tarde, perdóname abuela, perdóname. Por aquí todo va bien, vamos peleando y superando lo que se nos expone.

Me faltó tiempo, demasiado tiempo para proseguir disfrutando de la vida a tu lado. Y no tienes idea cuanto me arrepiento de no ser mejor para ti. Sé que hice las cosas bien, o todo lo bien que en ese instante creía. Pero jamás fue ni será bastante para un ser tan excepcional como tú. Que no mire atrás solo, como afirmabas tú, para coger carrerilla y hallar todo lo que me proponga. Cada paso cuesta porque no estás, y no puedo evitar desear reposar y soñar que andas a mi lado otra vez.